lunes, 21 de mayo de 2007

Lo primero es lo primero... y lo primero es la UC.


Al parecer se desató la "locura" por el partido del domingo, pero hoy hablaré de lo que vi el sábado pasado y cómo el equipo ha evolucionado.
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Del partido contra O'Higgins se pueden sacar algunas cosas en limpio, especialmente si hacemos el ejercicio de comparar la Católica de comienzos de campeonato y la que vimos el sábado pasado.
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Hasta el momento puedo observar dos momentos importantes que podrían explicar esta verdadera evolución en el juego cruzado. Siendo honesto, creo que hasta antes del partido contra Everton la UC ganaba, pero no gustaba.
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No sé si era la filosofía del Chemo, pero el equipo se veía sin ideas, trancado, lento... no sé, puedo estar equivocado, pero no por nada en esa época el cuestionamiento hacia el trabajo del cuerpo técnico era mayor. La verdad creo que ese partido lo perdimos porque el Tati no pudo atajar más.
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Pero bueno, esos puntos perdidos sirvieron para que el plantel y el cuerpo técnico dialogaran y cambiaran, entre otras cosas, el dibujo táctico. Es cierto, el equipo no mejoró enseguida y se vivieron momentos complicados como el triunfo agónico contra Deportes Concepción o el empate ante Ñublense... de Cobresal ni hablar.
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Pero lentamente el equipo empezó a creerse el cuento y se acostumbró a ganar. Sin embargo llegó un partido que personalmente recuerdo mucho: Antofagasta. Sin duda alguna existió un antes y un después de esa noche. Si antes al equipo se le podía criticar una cierta displicencia o falta de ideas, después del empate nació una nueva Católica que trancaba, rompía, pero que también creaba.
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Es cosa de ver cómo hemos venido jugando este último tiempo para entender que existe una comunión entre los jugadores que me recuerda al equipo del 2005. Así de evidente.
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De verdad siento que ya no somos tan "Tatidependientes", aún cuando para mi sigue siendo lejos el pilar del equipo; seguro, preciso en los despejes, tranquilo y con una ubicación en el área impresionante. Para mi hay dos tipos de arqueros y, nosotros los cruzados, tenemos los mejores exponentes de ambos estilos: El Tati y el Pato Toledo. Siendo polos opuestos, los dos son excepcionales. El Pato Toledo era como un gato... le podí pegar una patada en la raja y el weon cae de pie. Peric es al Pato Toledo como Harry Potter es a Dostoievski... nada más que agregar. El Tati no es de esos arqueros plásticos, pero es eficaz. Y por la chucha que hay que ser eficaz para ganar un record mundial.
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La defensa ha mejorado muchísimo y se nota que la línea de 3 atrás les acomoda. Claudio Muñoz es capaz de partirle la cara a un rival, hacer un par de "gambetas", subir y mandarse un golazo impresionante. Lo malo Claudio es que tienes mala suerte, porque justo te mandas el gol más bonito de tu carrera y llega Lucho Pato y se manda una joya de otro planeta. Cosas del fútbol. Zenteno está recuperando el nivel y la confianza de antes, y eso se traduce en una sola palabra: convicción. Acevedo tiene cara de niño bueno, pero cuando saca los dientes y mete pierna fuerte... hasta hay weones en la galería que se asustan! El problema es que a veces pega más de lo necesario y comete faltas que pueden pasarnos la cuenta.
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Gary Medel y Jorge Ormeño son como Freddy Krueger y Jason Voorhees... cachen el nivel. Pobre del weon que se quiera hacer el lindo y trate de pasar por ahí. Medel y Ormeño son weones malos, crueles, sanguinarios... lo que sea, pero sin ellos no habría película. Más claro echarle agua. Hay pocos apodos tan bien puestos en el fútbol y, ciertamente, "Pitbull" es uno de los mejores. Lo único que le puedo criticar a Ormeño es esa capacidad increíble de tirar la pelota a la mierda cada vez que tiene la opción de rematar de media distancia.
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Valenzuela y Eros Pérez. La verdad es que ahora me está empezando a convencer Valenzuela y creo que lo ha hecho bien encarando y aprovechando la velocidad que tiene. El único problema es que tu pasado te condena, pero mejor no entrar en "cosas raras". Que haya sido pajarraco, no quiere decir que sea pajarón. Creo que la convicción del equipo le ha servido para ganar confianza.
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El caso de Eros Pérez es distinto, porque... como decirlo... es como un nerd bueno para la pelota; osea algo único, nunca antes visto. Tal vez se deba a su paso por Grecia, pero se nota que Eros no podría ser jamás rey Guachaca. ¿Pero ustedes creen que eso le importa a un bicho raro como Eros? No, no le importa, porque él sabe que hay premios y premios y que lo suyo está en la cancha y no en las portadas de las revistas de farándula.
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Lucho Pato... aparte de cagarse a Claudio Muñoz con el gol de la fecha... es un buen cabro. A diferencia de los jugadores de Blanco y Negro, Lucho no es un weon soberbio. La verdad es que pocas veces estoy de acuerdo con la prensa, pero creo que están en lo correcto al decir que Lucho Pato es el jugador distinto de Católica. Prueba de ello es pedazo de gol que dejó desparramados a cuanto weon de O'Higgins había cerca.
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El"Guti" es de la misma onda que Lucho Pato. Un tipo piola que busca ganar cosas grandes, que sueña con jugar como el Beto Acosta y que se identifica a cagar con la franja. Yo siempre le he encontrado un parecido con Pirulete y creo que por talento no está lejos. Como todo buen delantero, el Guti tiene la sangre caliente y la cabeza fría, así que en caso de que el domingo cobren un penal para la UC... ¡Chemo, por favor dile al "Guti" que lo tire!
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Finalmente está el Bichi Fuertes. ¿Ustedes se imaginan lo que debe ser recibir un combo del Bichi Fuertes? Te mata, así de simple. Fuertes es como el tipo duro de la película... algo así como Bruce Willis... tronco, pero en el área mata. Lo único que te pido Bichi... el domingo un gol, nada más.

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Tenemos equipo... tenemos alma.

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