Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo!

Con esas palabras Carlos Dittborn, por allá por los años '60, comenzó a pavimentar uno de los hitos deportivos más importantes que este país recuerde: el campeonato del mundo del ´62. Siempre he sentido que la prensa no valora lo que en realidad significó para Chile la organización de un mundial. Incluso creo que fue más meritorio la organización que el tercer lugar en sí.

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Me explico:
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El Chile de aquellos años era un país que venía saliendo de uno de los terremotos más fuertes de la historia. Un verdadero cataclismo que destruyó no solo a una ciudad completa, sino que desgarró el corazón de la familia chilena, porque quienes estuvieron allí saben qué es lo significa el terror, el miedo, la angustia y la desesperación.

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Sin embargo, el pueblo se levantó y supo sobreponerse a la adversidad. Los dirigentes deportivos fueron lo suficientemente atrevidos como convencer a la FIFA que el país estaba en condiciones de brindar un espectáculo y que Chile era capaz de tocar el cielo. Para mi, esa generación dorada vale mucho más que cualquier otro "éxito" deportivo en nuestra historia.

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Pero bueno, ustedes se preguntarán ¿Qué tiene que ver esto con la UC?

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Tiene que ver y mucho, especialmente por el significado y trascendencia que las palabras de Dittborn tienen. Porque hay palabras que se las lleva el viento, pero hay otras que proyectan y determinan un modo de vida.
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El campeonato no ha sido fácil para nosotros y, además, hemos tenido que lidiar con la miopía permanente de la prensa que ensucia y menosprecia cualquier éxito de la franja. ¿Cuantos medios han intentado eliminarnos de su programación?...

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A diferencia de Blanco & Negro, Católica no ha pecado de prepotencia, soberbia o de altanería. Nosotros no tenemos nada, pero lo queremos todo y hemos ido luchando paso a paso para lograrlo y nadie puede impedir el derecho a la contienda. Mañana veremos un partido no aptos para cardíacos y, la verdad, nadie puede estar tranquilo en un clásico como este, aunque lo intente.

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Mañana será un duelo de principios y, no me cabe duda que en su estadio veremos el fin de una era de arrogancia comandada por Claudio Borghi y sus secuaces. A mi me importa Católica, lo que haya el resto poco me importa, pero nadie puede negar que Blanco & Negro ha menospreciado a todos los equipos chilenos. Es hasta ridículo verlos, pero a veces me da la impresión que se juran el Real Madrid o el Barcelona, cuando no son capaces de controlar sus esfínteres cuando la cosa se les viene fea. Nosotros, en cambio, haremos lo nuestro, pero ellos caerán por sí mismos. .
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La gente de Católica sabe de esfuerzo y de sacrificios. La hinchada es importante y hoy demostró que que se siente comprometida, pero quienes serán las verdaderas figuras serán los jugadores. Ellos tienen que tener claro que a la cancha no entrarán solos, sino que entrará la historia.
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Y nuestra historia está escrita con coraje, honor y valentía, porque al igual que aquellos héroes del '62, el día de mañana todo un pueblo se levantará para decir "porque no tenemos nada, lo queremos todo!"

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Saludos y... ¡A ganar!